Trucos

SI SE NOS CORTA LA NATA...

Unas de las cosas que mas coraje nos puede dar es que estemos montando la nata para terminar de rellenar o decorar nuestros pasteles o tartas y, de repente, en una milésima de segundo, ¡plaf, se cortó la nata!
Bueno, pues... ¡NO LA TIRÉIS! que tiene solución.
Si os fijáis, al cortarse se ha crea por una lado una especie de mantequilla y por otro lado suero. 
Si no se le ha echado nada a la nata podéis seguir batiendo en un vaso de batidora para que coja aire mas rápido y así separar mejor la mantequilla del suero; a continuación, colamos el líquido y con las manos comprimimos la mantequilla para que suelte el exceso de suero que aún tiene. Así obtendremos una mantequilla buenísima para nuestras tostaditas del desayuno.
Si lo que quereremos es recuperar la nata cortada para conseguir montarla -porque, por ejemplo, ya le hemos puesto azúcar-, lo pasamos todo a un recipiente limpio y lo calentamos al baño maría: el calor derretirá la grasa y se mezclará poco a poco con el suero (es muy importante mover enérgicamente). Una vez estén los dos elementos incorporados los ponemos al baño maría pero en frío (agua con hielo) y seguimos moviendo hasta que enfríe. ¡¡Y lista para montarla de nuevo!!
Sé que lleva un poco más de tiempo pero esto es lo mas efectivo.



PARA QUE VUESTROS PASTELES Y BOLLERÍAS SIEMPRE ESTÉN BRILLANTES

Muchas veces terminamos nuestros pasteles o tartas (las que no son de fondant) y vemos que le falta algo: Si le ponemos un abrillantador casero nos lucirán bien bonitos. 
Este abrillantador (del que a continuación os detallaré su elaboración) está hecho con laminas de gelatina y prácticamente se le puede poner a casi todo: por ejemplo, sobre el azúcar tostada de la tarta San Marcos, a todo tipo de bollería y sobre todo a las tartas de frutas (con lo que, además del brillo, evitaremos que ésta se nos oxide).

Ingredientes:

- 150 g de azúcar.
- 250 g de agua.
- 4 hojas de gelatina.

Preparación:

1. Ponemos las hojas de gelatina en agua fría para que se hidraten y se reblandezcan.
2. En un cazo calentamos el agua con el azúcar, hasta que rompa a hervir.
3. Sacamos las hojas de gelatina del agua fría y, una a una, las escurrimos y las ponemos en el cazo del agua y azúcar sin dejar de remover. 
4. Seguimos removiendo hasta que vuelva a hervir, apartamos del fuego y dejamos que se temple antes de utilizarlo.
Yo empecé a ponerlo con un pincel, pero a veces dicho pincel arrastraba la decoración. Por ello puse el abrillantador en un bote con pulverizador y me va genial: rápido, cómodo y respetando la decoración. 




CORTEZA DEL PAN CRUJIENTE

En el momento que pongamos a precalentar el horno metemos un recipiente apto para hornos con agua que dejaremos ahí durante todo el horneado; con el vapor la corteza nos quedara súpercrujiente.
¡¡¡¡¡¡ Mmmmmm se me esta haciendo la boca agua!!!!!!


CÓMO DEJAR ENFRIAR NUESTRO BIZCOCHO

Una vez que lo saquemos del horno, lo mejor es dejarlos enfriar en unas rejillas; son muy prácticas ya que así se enfrían uniformemente, por todos los lados. Una vez que esté frío es el momento de desmoldarlo y dejar un poco más en la rejilla que termine de enfriarse.


QUEMADOS POR FUERA, CRUDOS POR DENTRO...

Nuestros bizcochos, bollos, panes, etc. se nos queman pero no están bien hechos por dentro... ¿Qué hacemos?
Muy fácil: Cortamos un trozo de papel de aluminio que cubra la superficie entera y lo colocamos por encima, de este modo se terminara de hacer y no se nos quemara por encima, de todas formas es conveniente bajar un poco el horno,¡¡y solucionado!!



PARA QUE LA NATA QUEDE MÁS FIRME

A veces, la nata no coge la consistencia adecuada para cubrir nuestras tartas. Ésto lo evitaremos poniendo gelatina en polvo justo en el momento en que también echamos el azúcar; por 500 g de nata añadiremos un sobrecito de gelatina, que son unos 7 g ¡Ahora si quedarán preciosos nuestros pasteles!




No hay comentarios:

Publicar un comentario